A pesar de sus kilitos de más, esta gordita tiene a su novio comiendo de su mano, sobre todo cuando luce sus curvas y esas tetazas en lencería como hace hoy. El chaval no puede resistirse a ella y al final, termina comiéndole el coño en el sofá, antes de pasar a la acción. Y es que el empalme es instantáneo y pronto perfora a esa diosa de curvas infinitas, que no para de gemir de gusto con cada pollazo.
Categorias: Gordas
08:03