Tras acudir a casa de su amigo para echarle un ojo a su coche, este tipo se vio sorprendida por la hija que no paró de flirtear con él. De repente se quedaron solos en el garaje y la colegiala pensó que era momento de aprovechar para follar con él, así que se bajó las bragas y se abrió de piernas para disfrutar de su polla sobre el capó del coche. Los dos se lo pasaron en grande, pero no el padre de la chica que al poco rato, los pilló in fraganti dándolo todo.
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