Lleva tiempo divorciada y ya había pensado que no volvería a disfrutar del sexo, pero parece que esta madurita estaba equivocada. Y es que conoció a un chico joven y muy cachondo, con el que hizo buenas migas y que no tardó en invitar a su casa. Poco a poco fue subiendo la temperatura entre los dos, a pesar de que la señora no quería parecer facilona. Tampoco quería que pensase que era una estrecha, así que para que se fuese de allí contento, le regaló unas mamadas caseras brutales, donde estuvo un rato demostrando su experiencia con el sexo oral.
Categorias: Mamadas
05:05