Había quedado con un amigo para que le ayudase a estudiar, pero ni aun así esta golfa alemana pudo dejar de lado sus ganas de folleteo. La jovencita siempre aprovecha cualquier ocasión para probar una polla y en cuanto pudo, hizo lo posible por seducirle. Empezó por sacar sus tetitas a relucir y cuando ya lo tuvo comiendo de su mano, se subió a su entrepierna y pasaron una tarde de sexo constante que fue un gustazo para los dos.
Categorias: Putas Zorras
09:05