Sabía que más tarde o temprano acabaría desvirgándose por la puerta trasera, pero hasta ahora había alargado la espera. Hasta que un día se atrevió a probarlo y al final, experimentó un anal doloroso e intenso en la cama. Se puso a cuatro patas y dejó que su novio le abriese el trasero, aguantando sus pollazos y notando como su ojete se iba abriendo cada vez más.
Categorias: Anal
05:06