Ya que su marido se pasa más tiempo currando que con ella, esta esposa infiel decidió ponerle los cuernos en cuanto tuvo la oportunidad. La madurita no lo dudó y tras buscar en una página de contactos, encontró al hombre ideal para una noche de sexo sin compromiso. Se trataba de un mulato muy cachas y bien dotado, con el que quedó sin que su marido supiese nada, disfrutando de su rabo en el salón mientras gemía de gusto con ese pollón de color.
Categorias: Interracial
04:11