Tras los ensayos con las otras animadoras, Madison Ivy quiso relajarse masturbando su coño a solas, pero al poco rato la mascota del equipo apareció y la pilló con las manos en la masa. Ella quería que la dejase a solas, pero al ver lo cachondo que lo había dejado, decidió aprovechar el momento y zamparse su rabo. Se lo comió con ganas y luego se abrió de piernas para él, gozando de un polvazo y de la posterior corrida sobre sus pechotes.
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