Tras descubrir la existencia de un glory hole cerca de donde vive, Alura Jenson se apresuró en acercarse y en probarlo en sus carnes. A los pocos minutos aparecieron todo tipo de pollas en esas paredes y la madurita no dudó en chuparlos con esa boca experimentada. Se empleó a fondo y experimentó brutales arcadas, hasta dejar que uno a uno se corriesen sobre su cara y boca.
Categorias: Mamadas
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