Desde siempre mi prima y yo nos hemos llevado muy bien y muchas veces hemos flirteado, pero sin llegar a nada más. Con el paso de los años la cosa ha subido de tono en más de una ocasión y un día, me llegó un mensaje suyo muy cachondo. Quería verme y darme a probar su coño, algo a lo que no me pude negar y cuando la tuve a cuatro patas en la cama, me lancé a por ella. Le di con todas mis fuerzas y conseguí llevarla al orgasmo, hasta que no pude más y cubrí con mi leche todo su pandero.
Categorias: Incesto
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